El traumatólogo asume la necesidad de una constante formación y reciclaje
Benito Ramos Domingo es leonés, licenciado en Medicina en la Universidad de Oviedo (1980-1986), especialista en Medicina Deportiva y de la Educación Física por la Universidad Complutense de Madrid (1987-1990) y especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica en el Complexo Hospitalario de Ourense (1991- 1996). Y en esta ciudad ocupa la plaza de Facultativo Especialista de Área en el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del CHUO, desarrollando Unidades de cirugía artroscópica. Como él mismo admite, pensaba estar por aquí cuatro o cinco años y ya va por los veintiséis «y encantado de la vida». Mañana (20.00 horas) será el protagonista de la sesión científica de la Academia Médico Quirúrgica de Ourense, para la que desarrollará la ponencia «Cirugía artroscópica: Ya no es un reto», presentada por Luis Riera, en el salón de actos del Colegio Oficial de Médicos de Ourense.
¿Cuál es el eje de su ponencia?
-Esta conferencia tiene que ver con otra que impartió hace dieciocho años el doctor Pedro Guillén, al que tuve el privilegio de traer a Ourense a hablar sobre la cirugía artroscópica cuando realmente sí era un reto el empezar a hacerlas y él todo un referente nacional en ese tipo de intervenciones. Cuando yo tuve la oportunidad de ofrecer una ponencia en la misma Academia Médico Quirúrgica, me pareció muy apropiado retomar el mismo tema, después de ese tiempo y analizar como ha cambiado este tipo de cirugía, porque gracias a Dios ha avanzado muchísimo en lo tecnológico y en lo puramente médico. Son avances importantes en muy poco tiempo, como un tren que nos arrolla y que nos obligan a una permanente formación y reciclaje.
-Es una cirugía importante para la vida cotidiana, pero que le suena al gran público por las referencias deportivas.
-Así es. Mañana voy a incidir en eso. La artroscopia es mediática y es uno de sus grandes impulsos. Hoy a casi nadie tienes que explicarle lo que es un recambio de un ligamento cruzado anterior, porque todos tienen referentes deportivos y habitualmente vienen explicados en la prensa deportiva. Pero en la práctica diaria de los traumatólogos tenemos innumerables casos de personas de a pie que son beneficiarias de nuestro trabajo en esos sentidos.
-¿Y los avances en el mundo del deporte también se han extrapolado a la medicina general?
-Fue importantísimo, porque se trata de una cirugía muy pareja al desarrollo tecnológico y técnicas que utilizamos hoy han cambiado un año después, en parte por los avances que se registraron en el mundo deportivo. Es una cirugía que nació con el afán de ver lo que pasaba en las articulaciones, el resto suponía un reto, ahora eso está superado. Nadie hace una artroscopia para ver lo que pasa, lo hace para solucionar un problema.
-Y sus pacientes deben prepararse para una sociedad que no da tregua a las articulaciones.
-Nos ha tocado una sociedad muy exigente a todos los niveles, en el mundo laboral y en casi todos. En el deporte de élite nos exige a los profesionales de la medicina, nos secuestra prácticamente, pero en el día a día, te encuentras casi lo mismo, porque el deportista ocasional no quiere dejar de practicarlo y te demanda soluciones a problemas que hace años ni se planteaba darles solución.
¿Cómo vive un médico la trayectoria de un club como el COB?
-Con mi compañero el doctor Rodríguez, solo nos supera Moncho, que lleva un año más que nosotros en el club. Podría hablar una semana entera porque es una pasión. Y creí que lo había vivido todo, alegrías inmensas y decepciones terribles. Pero lo de hace dos años y la enorme decepción de no concretar ese ascenso, fue muy duro para mí.
-¿Está satisfecho con la evolución de los servicios médicos en el mundo del deporte?
-Cada vez está más regulado. Aún estamos a años luz de reglamentaciones que reconozcan la importancia de la estructura médica en los clubes, que solo se recuerda cuando sucede alguna desgracia. Se dieron pasos importantes y nadie puede estar federado sin una firma de un médico, pero a veces no se sabe bien como aparecen esas firmas.
Fuente:
luis m. rodríguez
ourense / la voz 11/01/2017 13:09 h
lavozdegalicia.es